Al periodo comprendido entre 1958 y 1961 se le conoce como “El Gran Salto Adelante” – una lección sombría de lo que puede suceder cuando un gobierno intenta cambiar a un país de una forma acelerada.
Los campesinos chinos describieron este lapso como los tres años más amargos en la historia de China. Varias décadas después, la economía china se convirtió en la más grande del mundo, pero pagaron un precio muy alto para llegar hasta allí.
Este es otro ejemplo de la catástrofe que se desata en un país cuando una enorme población intenta cambiar su condición económica y social en un corto periodo de tiempo. Bajo la Unión Soviética, de 1917 a 1953, millones de ciudadanos rusos murieron a causa de las guerras, el hambre, los re asentamientos forzados y otros crimines. La estimación más optimista es de impresionantes 49 millones de muertes.
Si hay un hombre que pudo haber tenido más sangre en sus manos que cualquier otro personaje en la historia, ese hombre es Gengis Kan. Bajo el liderazgo de Kan (y sus sucesores tras su muerte), el Imperio Mongol se convirtió en el más grande imperio terrestre que el mundo ha visto. En su máximo esplendor llegó a dominar el 16% del planeta Tierra.
Pese a toda esa matanza, el dominio Mongol no fue del todo malo. El régimen estuvo marcado por la tolerancia religiosa, así como por los incentivos fiscales destinados a los pobres.
Aunque muchas guerras se hayan aproximado bastante, la Gran Guerra se considera la primera guerra verdaderamente global. Las causas de este conflicto son muy variadas y hasta complicadas, pero basta con decir que, en 1914, cuando los diversos imperios de Europa comenzaron a parecer demasiado grandes unos frente a otros, decidieron formar dos grandes alianzas y luchar a muerte por el dominio total.
Cuando la guerra terminó, en 1918, Europa y el mundo comenzaron el recuento de muchas vidas perdidas, el número de muertos se estimó en 65 millones. La mayoría estuvo de acuerdo en que esto no podía volver a suceder. Hasta que…
Tras darnos un merecido descanso después de luchar durante algunos años, la “guerra total” estalló nuevamente en el año de 1939. Dos frentes se habían dividido nuevamente en vastas fuerzas, y se hacían llamar “Aliados” y el “Eje”. Durante una corta pausa antes de la guerra, cada país decidió construir algunas nuevas máquinas para matar personas que arrojaron sobre el cielo y el mar.
Eventualmente los “Aliados” se levantaron con la victoria, pese a que el 85% de las muertes haya sido de su lado, con la Unión Soviética y China contando el mayor número de víctimas. Un devastador número de muertes también se produjo fuera de la zona de combate, mismo que puede ser atribuido a los crímenes de guerra. El número estimado es de 72 millones de muertos.
Cuando Cristóbal Colón, John Cabot y otros exploradores descubrieron un nuevo continente en el siglo XV, estas tierras nuevas les sonreían en lo que parecía ser la aurora de una nueva era. Los europeos aventureros habían descubierto un paraíso al que podían llamar hogar. Sin embargo, había un problema: estas tierras ya estaban pobladas.
Aunque la guerra y el proceso de invasión fueron responsables por una buena parte de las víctimas, la falta de inmunidad a enfermedades desconocidas terminó cobrándose el mayor número de muertes.
Algunas estimaciones sugieren que un 80% de la población nativa de las Américas pereció como resultado del contacto con los europeos. Ese porcentaje equivale a increíbles 100 millones de personas.
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